1. |
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DUENDECITOS
(Melisa Budini)
Atravieso el añoso olivar
acercándome a aquel lugar,
mientras oigo las piedras llorar
y un silbido que acuna al sauzal.
Verdes sueños me miran llegar;
me saludan las aves y Abril.
El camino me incita a seguir
hacia un dulce cobijo de hogar.
Es de magia y de infancia esta paz.
La recorro y me invita a callar;
a escuchar y aprender su canción...
Duendecitos la han de habitar.
Amanezco junto con el sol,
con aroma a romeros en flor.
Alguien guarda tanto amor aquí:
generoso y sencillo rubí.
Mil historias de risa y dolor,
cascabeles danzando una voz.
Musical y dorada es la luz
que prendida en el alma quedó.
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2. |
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FLORES
L: Melisa Budini / M: Melisa Budini - Sebastian Narvaez
Una a una juntaré,
no ha de faltar ni un color.
Una a una llevaré
y una sonrisa de amor.
Caminando en soledad,
descubriéndolas iré;
para hacerte un bello ramo
una a una elegiré.
Cada camino que soy
guarda flores para dar.
Infinitas, de mil formas:
todas te he de regalar.
Una a una he de llevarte,
todas son para alegrarte.
Diminuta sonrisa,
nunca se ha de marchitar.
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3. |
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TARDE ISLERA
Chamamé
(L: Marino Frezetti y Melisa Budini/ M: Marino Frezetti)
Siguiendo el correr del río
se esconde la tarde islera.
Canoa sesgando el cauce
queriendo al rancho volver.
Murmullos desde la costa
dibujan ecos sobre las aguas,
y aquí el silencio se impregna
de verde en mi chamamé.
El sol se pone allá por Bajada
tiñendo toda la inmensidad;
la luna mira entre las totoras
cómo la costa besa al sauzal,
y deja un verso sobre la arena
la correntada del Paraná.
La garza ya se despide;
estrella blanca en el cielo.
La espuma teje sus redes,
pescando mi corazón.
Cubriéndome con su manto
se anuncia la oscuridad.
La copla, hecha leña, arde
pa’ encender la soledad.
La luna sube hasta ser un faro
que cuenta historias de río y sal.
El fuego es una esperanza roja
que me cobija pa’ descansar.
Sólo el susurro del agua mansa
se queda en vela para cantar.
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4. |
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NOCHE
(Coplas)
L: Melisa Budini / M: Melisa Budini – Sebastian Narvaez
En los campos dormidos
hay un manto de niebla
donde llora la luna
una pena de seda.
Lagrimitas de estrella,
soledades de arena
mojan yuyos de menta
que el silencio congela.
Es el agua que vuelve
madrugando su huella;
baña el viejo desvelo
de las calladas piedras.
Nochecita, ay!, desierta
donde moran quimeras,
quieta queda la tierra
engendrando la greda.
Noche negra y serena:
usa al viento de quena
pa’ quedarte en nosotros
¡y enséñanos la ausencia!
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5. |
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LA FUENTE
(Canción)
L: Melisa Budini / M: Sebastian Narvaez
Andar lento.
Pisar el presente.
Danzar las caídas.
Ablandar la mente.
Cantar las desdichas:
que adentro no queden.
Sanar las heridas:
dejarlas que cierren.
Sentir cada brisa;
oír a las aves:
captar sus mensajes.
Amar con coraje.
Mirar hacia el cielo.
Saber que la tierra
no sólo sostiene
sino que es,
de todos los bienes,
la Fuente.
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6. |
Mañanita (Melisa Budini)
03:56
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MAÑANITA
(Coplas)
Melisa Budini
Mañanita, dame fuerzas
para erguirme y despertar;
decile al sol que me alumbre
el camino a transitar.
Florcita color de mora:
¡acompañame en mi andar!
Dale color al camino,
que yo te besaré al pasar.
Me voy lejos…
Triste vuelo,
triste vuelo.
Pajarito pecho blanco:
¡no me escondas tu cantar!
Entre ramas de algarrobo
mis ojos te han de buscar.
Cuando se termine el día,
Luna, yo te he de cantar.
Si me cubrís con tu espuma,
sola podré descansar.
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7. |
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LUNA NUEVA
(Canción de cuna)
Melisa Budini
Luna nueva,
esperanza;
cogollito de añoranza.
Luna crece,
flor temprana;
miradita iluminada.
Luna llena,
rebosante,
de sonrisa fascinante.
Luna mengua,
se adormece…
pero cerca permanece.
Luna bella,
blanca luna;
con ombligo de aceituna.
Marfilcito
de brillantes
con estela de diamantes.
Se pasea,
anochecida
pero guarda luz del día.
Luna mía,
das consuelo
en la noche de mi cielo.
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8. |
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TU MAÑANA
(Gualambao)
Melisa Budini
¿Qué me avisa, Chingolo?
¿qué me trae la tarde?
¿qué te inspira el canto?
Vuelves risa mi llanto.
¿Qué me dice, Chingolo?
Se despierta el verano
y se enciende la noche
si la luna es tu manto.
¿Qué me dice, Chingolo?
¿qué mensaje del alba?
¿qué tormento apagas?
¿qué memoria levantas?
Pecho blanco, canela.
Pirinchito, flor negra.
Gris y pardo el abrigo
que tus alas pincelan.
… y la noche se apaga,
y de a poco el alba;
y al abrir de mis ojos:
tu mañana.
¿Qué me dice, Chingolo?
¿qué me trae el verano?
¿qué te inspira la noche
si la luna es tu manto?
Ya soltás tu pregunta.
Las mañanas son tuyas,
y de noche la luna
te confunde en la bruma
¡Chingolo!
¡Chingolo!
(silbido del chingolo)
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9. |
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LA ESTRELLERA
(Zamba)
Melisa Budini
La tarde se ha puesto oscura,
tan negra como el dolor
latiendo allá en las alturas
del cerro madrugador.
Me susurra el agua inquieta,
hiriendo mi soledad,
que esta noche no habrá abrigo
que pueda cubrir mi sal.
Esta zambita es estrella
en la noche de mi penar.
La enciendo con las ramitas
que junto en mi caminar.
El silencio es grillo lejos,
invitando a recordar;
(me juntaré unas coplitas
que sabrán acompañar).
Mi zamba negra y plateada
como luna alumbrará;
como el viento irá partiendo
cuando empiece a aclarar.
Esta zambita estrellera
es la cuna de mi penar:
como una madre cobija,
y canta por no llorar…
¡La enciendo con las ramitas
que junto en mi caminar!
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10. |
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LA LLORONA
(Chacarera trunca)
Melisa Budini
En mi voz suelto las penas
y desando así la huella:
comprender que el llanto es vida,
me hace entender la tristeza.
Cuando me ahoga una pena
no dejo que el canto muera,
porque abriendo las heridas
saco el mal pa’ que no duela.
Si las lágrimas se guardan
se siente el pecho apretado:
¡ha de ser que no se cura
quien su pena no ha llorado!.
Hay quien siente gran vergüenza
por llorar con desconsuelo;
yo, al nudo en mi garganta,
con un llanto lo disuelvo.
Las penas vienen solitas
y solitas se van yendo…
si uno trata de ocultarlas,
¡adentro le van creciendo!.
El alma es un claroscuro
de historias, viejas y nuevas;
cuando la luz la adormece,
la oscuridad la despierta.
Sabio es aquel que acepta
cuando un dolor lo aqueja;
y si de sufrir se cansa,
con su canto el mal aleja.
Ya llorando me despido,
con la frente bien en alto:
¡Nunca sienta usted vergüenza
por ser fiel a su quebranto!.
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11. |
Viento (Melisa Budini)
04:20
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VIENTO
(Canción)
L: Elisa Sarrot - Melisa Budini / M: Melisa Budini
Con alas hoy elevo un dulce vuelo:
un viaje que conduce al consuelo.
Camino por el aire de un anhelo
y dejo que me inunden los silencios.
¿Acaso no es consuelo cualquier canto
que me traiga la risa tras el llanto;
y que cuando se opacan los destellos,
me guarda uno escondido en los espejos?.
Canción que canto mientras surco las estrellas.
Canción que es manto de sonrisa y de promesa.
La vuelvo mía, pero es del tiempo…
y está perdida, llena de viento.
¡Llena de viento!
De a poco, veo lejos aquel tiempo
en que el anochecer nos era ajeno.
Se esfuma la esperanza en un quebranto
y sobrevivo apenas suspirando.
Buscando alguna brisa que haga nido
y acune mi dolor ensordecido;
que relatando historias de alegría,
transforme en calma esta pena mía.
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12. |
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TONADA PARA UN AMIGO VIAJERO
(Tonada cuyana)
L y M: Melisa Budini – Sebastian Narvaez
A la lumbre de un amigo
canto mis coplas sentidas.
Y las coplas, en su pecho,
nuevamente cobran vida.
El motivo de mi canto
es en verdad muy sencillo:
sólo quiero devolverle
el cariño recibido.
Recuerde que aquel que anda
se acompaña de sí mismo;
y también que va eligiendo
disfrutar o no el camino.
De mi parte, puedo darle
un abrazo como abrigo,
y el deseo de que encuentre
lo que su alma le ha pedido.
Sepa que en su alforja lleva
la cosecha de su siembra;
y que en la amistad lo espera
todo un cielo de riquezas.
Aquí estaremos cantando
cuando el volver le haga señas…
Amigo mío, no olvide:
¡nuestro amor queda en su mesa!.
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13. |
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ARBOL VIDA
(Lontananza)
L: Melisa Budini / M: Melisa Budini – Sebastian Narvaez
Vamos hermano a nuestro árbol;
a ese árbol que es de los dos.
Bajo su sombra somos eternos,
cuando escuchamos su corazón.
Vamos al árbol, hermano mío;
abre la tarde su caracol.
Bajo las ramas del espinillo
todo se vuelve libre canción.
El árbol dijo que nos espera.
La tarde jura que nos llamó.
El ave quiere dejar su nido;
la espina clama por ser dolor.
Vamos al árbol, que ya es la hora:
llama la tarde y su comezón.
El viento canta sobre la espiga:
¡está sonando nuestra canción!.
El árbol dijo que nos espera.
La tarde jura que nos llamó.
Todo se vuelve en torno a nosotros;
todo es ensueño alrededor.
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14. |
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CORAZONES QUE VUELAN
(Canción)
Elisa Sarrot
Mirándose aún
con los ojos cerrados,
levantan vuelo juntos
y vuelan separados.
Carrito de deseo
los lleva de la mano;
y, si lo necesitan,
le atan un caballo
que trota, trota y trota.
Que vuela, vuela y vuela:
lo mueven corazones
de luz blanca, que tiembla.
Son dos almitas blandas,
son dos pasiones sueltas;
son dos sonidos altos…
que se entreveran.
Curándose la vida,
herida de guitarra,
caminan puerto a puerto;
pero no llevan ancla.
Queriéndose de a poco,
y amándose por nada,
encuentran la armonía
del cielo en la mañana.
Y un caballo que trota,
y un caballo que vuela:
lo mueven corazones
de luz blanca, que tiembla.
Son dos almitas blandas,
son dos pasiones sueltas;
son dos sonidos altos…
que se entreveran.
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Tardeagua (Melisa Budini / Sebastian Narvaez) Argentina
Somos Melisa Budini y Sebastian Narvaez. Escribimos canciones, que cantamos a dúo, guitarra y voz, y a veces acompañados por
invitados con percusión, contrabajo, vientos, etc.
Nuestra música es un encuentro entre el Este y el Oeste argentino, el Litoral con su río Paraná, y cuyo, con la cordillera de los Andes. Sembramos intenciones que desean vibrar en lo más profundo de cada corazón.
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